jueves, 8 de diciembre de 2011

“Esto se está acabando Alberto Delgado…”




Por: Rja. San Martín

La frase del título se hizo muy famosa en Cuba con la presentación de la película del cineasta Manuel Pérez Paredes y resultó así, por ser parte de un bocadillo muy bien dicho por el excepcional actor Reynaldo Miravalles, quien, pese a que la fotografía de Jorge Herrera lo obliga a decirla desde una esquina oscura donde en la práctica no se le ve, le robó con ella la película al protagonista.
La frase en cuestión va dirigida al primer oficial de la Inteligencia Cubana (DI), el actor Sergio Corrieri, en el momento en que está a punto de ser ajusticiado como el polémico personaje protagónico del filme: Alberto Delgado. Para muchos un traidor a las fuerzas que luchan por la libertad, reclutado y chantajeado por quien luego sería el jefe del DSE, asignado a dirigir las fuerzas comunistas durante los años de la Guerra Civil contra los golpistas que derrocaron al legítimo Gobierno Revolucionario.
Este primer gobierno presidido por el doctor Manuel Urrutia Lleó fue obligado a abandonar el poder por las fuerzas comunistas unidas en una conspiración dirigida por F. Castro y puesta en marcha por sus incondicionales Ernesto Guevara y su propio hermano, entre los días 17 y 26 de julio de 1959; pese a la oposición expresada por el jefe de Estado Mayor del Ejército Rebelde, comandante Camilo Cienfuegos. Pero este hecho, en si mismo, será tratado más detenida y científicamente en otros comentarios.
Lo cierto es que cuando se decía en las calles de cualquier ciudad de Cuba “esto se está acabando, Alberto Delgado…” Se lo relacionaba con el triunfo de las fuerzas de la Junta Militar que desde entonces gobierna el país, sobre los luchadores anticomunistas, cada vez más diezmados por los desiguales combates por un lado y los simulados “juicios revolucionarios en campaña”, donde de una u otra forma perdían la vida.

Desde finales de 1965 a mediados de 1966, han transcurrido poco más de cuarenta y cinco años de lucha y de dolor para el pueblo oprimido, maltratado, encarcelado, vejado y esclavizado por la Junta Militar que doblega la isla con mano de hierro.
Sin embargo, en los últimos meses, semanas, días, casi podemos ver crecer la resistencia de ese pueblo segundo a segundo.
Manifestaciones, pequeñas marchas, tomas de sitios significativos como el Capitolio Nacional. Protestas que se extienden a lo largo del país con mayor o menor éxito; pero de gran significación.
Y junto a las acciones populares, cada vez es más burda la reacción de los esbirros de la tiranía… Y los he visto (todos en el mundo los hemos visto) dar golpes a indefensas damas armadas con gladiolos, a negros y mestizos desarmados, a campesinos, trabajadores y estudiantes en Villa Clara o en Guantánamo, en Matanzas o en las calles de la capital…

Esa desmedida represión, esa reacción cada vez más brutal y menos efectiva me hizo recordar cómo terminaba la frase tan bien dicha en la película por Mirabais para remarcar el trabajo del Ministerio del Interior de entonces.
El texto decía: “Esto se esta acabando, Alberto Delgado, gracias a ti!”. Recalcaba así el texto de Víctor Casaos y Manolo Pérez que el que se estuviera finalizando con la guerra civil era un éxito del Ministerio del Interior.

Y al ver a esos jóvenes y mal formados policías reprimiendo brutalmente a un pueblo desarmado, me di cuenta de lo que ya sabe la Junta Militar y por lo que cada día sus acciones son más burdas y brutales….

Y es que “esto se está acabando”, asesinos y que el final puede no estar tan lejos “gracias a ti’’: y a tu cobarde desesperación.